Nicholas Redditt
Director de Transformación Digital
Mi trayectoria comenzó en el piso de manufactura, donde pasé años aprendiendo varias piezas de equipamiento, cada cuello de botella del proceso y muchos desafíos operacionales de primera mano. Esta base ha moldeado todo mi enfoque hacia la transformación digital. No soy un desarrollador de software tradicional—soy un especialista en operaciones que resulta que programa. Esta distinción es crucial: construyo soluciones basadas en necesidades operacionales del mundo real, no en ideales teóricos.
El panorama de manufactura de hoy enfrenta una presión sin precedentes para digitalizarse, pero la mayoría de las iniciativas de transformación fallan porque no abordan adecuadamente el elemento humano. He sido testigo de innumerables implementaciones de software que prometían cambios revolucionarios pero entregaron frustración porque no consideraron cómo las personas realmente trabajan. Mi enfoque es diferente—comienzo sumergiéndome en las realidades del día a día de aquellos que usarán el sistema. Ya sea conectando sistemas ERP dispares o construyendo soluciones MES personalizadas, me aseguro de que la tecnología sirva a las personas, no al revés. Esta filosofía me ha permitido entregar proyectos en semanas que tradicionalmente toman años.
La tecnología empresarial moderna no necesita ser lenta, costosa o dolorosa de implementar. La sabiduría convencional de que los proyectos transformacionales requieren cronogramas de varios años y presupuestos de siete cifras está desactualizada. Al aprovechar tecnologías emergentes como IA, plataformas de bajo código e infraestructura en la nube—combinadas con conocimiento operacional profundo—he entregado consistentemente soluciones listas para la empresa en marcos de tiempo que la mayoría considera imposibles. Esto no se trata de tomar atajos; se trata de enfocarse despiadadamente en lo que impulsa el valor comercial real. La clave es entender que el 80% de los beneficios a menudo provienen del 20% de las características, y construir esas primero.
Mi experiencia internacional ha moldeado profundamente mi enfoque para resolver problemas. Habiendo trabajado a través de culturas, idiomas y continentes, he aprendido a ver más allá de los problemas superficiales para identificar las causas raíz de las ineficiencias operacionales. Esta perspectiva es particularmente valiosa en ambientes de manufactura global donde la estandarización se encuentra con las realidades locales. Liderar equipos tanto en Europa como en América me ha enseñado que la transformación digital exitosa no se trata de imponer soluciones uniformes—se trata de crear marcos adaptables que respeten las diferencias culturales mientras mantienen la excelencia operacional. Este equilibrio de estandarización y flexibilidad es lo que me permite construir sistemas que escalan a través de diferentes instalaciones y regiones.
Mirando hacia adelante, veo la manufactura entrando en una era donde los límites entre operaciones físicas y digitales se disuelven completamente. Las empresas que prosperarán serán aquellas que abracen esta convergencia sin perder de vista sus fundamentos operacionales. Mi papel en este futuro es ser el puente—conectando el piso de producción con la alta dirección a través de tecnología que es poderosa pero accesible. Ya sea que estés luchando con sistemas fragmentados que no se comunican, batallando problemas de visibilidad de datos, o tratando de aumentar la productividad sin inversiones mayores de capital, traigo una metodología probada que entrega resultados tangibles rápidamente. No solo consulto sobre lo que se debe hacer—me remango las mangas y ayudo a construir las soluciones que lo hacen posible.